miércoles, 29 de julio de 2009

NINGUN IMPERIALISMO... SOBRE AMERICA LATINA!!!


Sábado 4 de julio, 2009.

A nuestros hermanos de clase
A nuestros vecinos y vecinas
A nuestros militantes y ayudistas
A nuestros compañeros y compañeras de lucha
A todos aquellos que luchan en América Latina y el mundo:


Hoy, cuando los imperialistas celebran sus cuentas en un aniversario más de la construcción yanqui, los pobres subversivos de Latinoamérica no damos tregua a la explotación de los nuestros. Van muchos años en que hemos sido testigos de la manera en que se ha implantando el terror de estado por medio de invasiones militares y la conducción oculta de medios de control en América Latina, años en que se han establecido grandes monopolios económicos como Mc Donalds y Coca-Cola, en que los imperialismos han sido parte determinante en la intervención en gobiernos locales, como en las diversas crisis, golpes de estado y dictaduras que han desgarrado al continente.


Los diversos mecanismos e instituciones imperialistas por medio de los cuales se conducen las estrategias de intervención han perdido poderío en la región, como la OEA que se ve amenazada por la constitución de la OELA que excluye a EEUU y que por el contrario incluye a Cuba como uno de los países integrantes, esta amenaza obliga al gobierno de Obama a tomar posiciones menos aniquilantes que las de su predecesor, para reestablecerle a su imperialismo el reconocimiento y consideración mundial. Asimismo la potestad económica ejercida a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, es juzgada una mayor pérdida económica real que los beneficios calculables, trayendo endeudamientos enormes y manipulaciones a través de programas económicos específicos.
Entre estas disputas inter-burguesas, tanto en términos políticos como económicos, los pobres sabemos que el saqueo a los recursos de nuestros pueblos son evidentes, y por ello desconocemos y rechazamos todo pago de deuda externa, instando a la construcción de alianzas entre los revolucionarios que nos permitan avanzar hacia el socialismo y el comunismo, sin pretensiones de otro tipo que no sea mejorar la calidad de vida de los trabajadores y del pueblo.


Para nosotros, quienes formamos parte de las filas de las Brigadas de Liberación Popular y del pueblo pobre que lucha, cada vez que vemos pisar nuestros suelos y recursos por los yanquis, ingleses o asiáticos que pretenden dominarnos, damos curso a la constante defensiva y contraofensiva ante el poder dominante; en las huelgas de trabajadores, en las movilizaciones masivas contra las leyes del estado o en la protesta contra las grandes multinacionales que vienen a explotar nuestros recursos.


Hoy no tenemos miedo de dar la lucha en las barricadas, entregando en la batalla diaria contra la represión y la persecución política de las cuales son víctimas los organizados del mundo, nuestras vidas e ideales, con las convicciones claras que nos llevan a prepararnos para la ofensiva final y empuñar las armas con el corazón lleno de amor a los nuestros, a los hijos de la miseria, nuestros hermanos de clase a quienes defendemos a puño alzado.


Este es el rol trascendental que juegan los hombres y mujeres que han tomado la decisiva opción por la lucha, por el camino revolucionario de transformación social, en que alcancemos finalmente una sociedad con mas justicia social y sin la explotación de una clase por sobre la otra. Nuestro mayor anhelo es construir una sociedad sin ricos ni pobres, una sociedad que permita el desarrollo comunitario, sustentable, con justicia, para todos y todas.


La lucha que seamos capaces de librar, nos conformará en un todo como pueblo, ante un enemigo común, el capitalismo y el gobierno burgués defensor de los intereses de los ricos y todos aquellos burócratas y reformistas dispuestos a vender nuestro pueblo por migajas para sus coaliciones políticas. Estos payasos electoreros pretenderán llenar sus urnas este año, pero nosotros los pobres sabemos y tenemos claro que ellos, los que tienen el poder, no nos representan, sino que se jactan de engañar con sus discursos baratos de “cambio” y “juventud” ensalzándose de las necesidades de los más vulnerados por este sistema. Para ellos la pobreza no es más que otro negocio sucio, donde apuestan sus fichas como en un tablero de ajedrez.
En este enorme juego de ajedrez, que es un juego de poder, los pobres construimos nuestra propia alternativa de cambio radical, en la Lucha Popular y Subversiva, que no es más que el descontento social generalizado de cesantía e injusticias contenidas en una única lucha que levantemos como pueblo y que logre derrocar de su poderío a los burgueses, ricos capitalistas y explotadores.


Echemos fuera de América Latina a los usureros imperialistas de Japón, de EEUU, de Europa, porque nuestra gente, el pueblo latinoamericano ya no da más tregua, porque sabemos que como en Honduras, las fuerzas imperialistas y pro-imperialistas instaladas en América Latina volverán a dar golpes cuando vean amenazados sus intereses capitalistas, presentándose entonces los gobiernos oportunistas de turno como los grandes aliados de la justicia (como es el caso de chile), muy por el contrario de lo que nos dice la realidad.


El Pueblo en conjunto con las organizaciones revolucionarias debemos construir el poder de los pobres y sus defender sus derechos a garra, puño y armas, como ha sido antes y como será en el futuro. Porque desde cada trinchera de combate del pueblo, nacen los Brigadistas para la Liberación Popular!!!


NINGÚN IMPERIALISMO SOBRE AMÉRICA LATINA!!!


ORGANIZACIÓN CONSCIENTE Y LUCHA RADICAL!!!
BRIGADAS LIBERACION POPULAR
B.L.P.

martes, 28 de julio de 2009

ELN

EL IMPERIALISMO CONTRA LA ALBA.

ELN de ColombiaYa ha pasado la efervescencia que produjo el golpe de Estado en Honduras y cada vez más, se dilata la restauración del orden legal.A pesar que 192 países de las Naciones Unidas condenaron la agresión a la soberanía hondureña y que los golpistas no tienen ningún sustento jurídico, viéndose aislados política y diplomáticamente; sin embargo, los gringos hacen piruetas para tratar de legalizarlos. De dientes para afuera, Obama se manifiesta contra el golpe, pero simultáneamente mueve sus influencias para darle sustento a los usurpadores. Utilizando los buenos oficios de Costa Rica, se intenta colocar al mismo nivel al presidente legítimo con los gorilas que han asaltado el poder a sangre y fuego, para tratar de establecer una negociación, desde todo punto de vista inadmisible. La única alternativa legal al golpe es el regreso de su Presidente legítimo.También el Congreso gringo invita a los golpistas para darles tribuna y respaldo. Se manifiesta un sector de parlamentarios que consideran que no hubo golpe y que “los nuevos gobernantes” obraron de acuerdo al marco de sus leyes, que es el mismo argumento que han ventilado los jerarcas de la iglesia católica. Esta es la matriz mediática que están difundiendo los medios masivos de información imperial.Lo que está claro es el talante intervencionista del imperialismo y se desvanecen las esperanzas de aquellos que creyeron que con Obama se inauguraba otra fase más democrática de los EE.UU.Vuelven a funcionar las viejas recetas del Pentágono para derribar gobiernos que no cumplen obedientemente sus dictámenes. Honduras había venido siendo una república bananera de las multinacionales gringas, además de contar con importantes bases militares, desde las cuales se ha conspirado contra el resto de países centroamericanos. Por tanto, los gringos no podían tolerar que el Presidente Manuel Zelaya se afiliara a la ALBA y entrara a aplicar los diferentes programas de atención social, como los que se han venido desarrollando en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador.Se ha atacado a uno de los países más débiles, que están tratando de cambiar las relaciones de explotación entre las naciones, para construir relaciones de solidaridad y ayuda mutua. La ALBA es un proyecto de humanización y dignidad entre los pueblos, que ofende la voracidad imperialista.La estratagema imperialista es dilatar el tiempo hasta noviembre, cuando deben realizarse las próximas elecciones. Mientras tanto, tratarán de impedir que el Presidente legítimo vuelva a su país y de hecho quede derrocado. Por otro lado, les están dando un campo de maniobra diplomática a los golpistas y evitan que se dé un bloqueo económico.Obama, como el nuevo regente del imperialismo ha mostrado el cobre. Está lanzando el mensaje al resto de países del continente, de la forma como piensa recuperar la resquebrajada hegemonía gringa. Al estar afeitando por la fuerza a Honduras, le está diciendo al resto de países de la ALBA, que vayan poniendo sus barbas en remojo.Sin embargo, estamos lejos de los tiempos cuando los gringos intervenían en las repúblicas bananeras, con el silencio cómplice del resto de países. Esta vez existe un bloque de países que están resistiendo las agresiones imperialistas y no dejarán solo a Honduras.El pueblo hondureño está dando muestras de valentía y dignidad y se ha volcado a las calles a protestar contra el ilegítimo gobierno de facto. Hoy Honduras es un país semiparalizado, donde la única actividad estatal que funciona es la bestial represión de las fuerzas armadas.Pero el imperialismo está desesperado con la profunda crisis que padece y esto lo vuelve más agresivo. Su voraz y depredador sistema, demanda el control de los recursos naturales, que tienen en abundancia los países del sur. Como Venezuela tiene las mayores reservas mundiales de hidrocarburos, abundantes yacimientos de minerales y vanguardiza el impulso de la ALBA, entonces se ha vuelto el principal objetivo para atacar.Como pretexto para la agresión, el Departamento de Estado gringo acaba de calificar a Venezuela como un “país narcotraficante”, porque desde su territorio se exportan los narcóticos colombianos, pero el país que los produce tiene la complacencia imperial, por su grado de servidumbre. La descalificació n contra Venezuela viene acompañada con el refuerzo a la oposición, invitando a los 5 gobernadores “escuálidos” a una audiencia en la OEA para el 21 de julio. Simultáneamente se anuncia el traslado de la base de Manta, Ecuador, para 5 bases colombianas, con la llegada de 1.400 militares y contratistas gringos y una inversión de 5.000 millones de dólares. Por otro lado, la IV Flota en el Caribe aceita su maquinaria de guerra.El Ejército de Liberación Nacional de Colombia, rechaza la agresión imperialista contra el hermano pueblo de Honduras y lanza un llamado de alerta, por las intenciones guerreristas contra Venezuela. Es obligatorio que todos los revolucionarios y los demócratas del mundo, nos aprestemos a brindar la solidaridad efectiva a los pueblos que vienen siendo atacados.

"El ELN, ha construido una estructurapolí tico-militar que irradia todo el país con capacidad operativa,acompañ ando las expresiones de las luchas sociales, con un mandocentralizado, elegido democráticamente, con fundamento ideológico dedignificar la vida y la humanidad y con propuestas de transformacionesen favor de las mayorías.

(...) El ELN es una Fuerza Beligerante, que acoge el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho de La Haya;que ha planteando concertar una Solución política de paz y justiciasocial para superar el conflicto colombiano y desde la década delochenta del siglo pasado, ha insistido en llegar a acuerdos sobre lahumanizació n de la guerra para evitar la barbarie que adelanta elEstado colombiano y como insurgentes corregir errores cometidos.

"Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)¡
De la Resistencia al Poder Popular!¡Siempre junto al Pueblo!
¡Ni un paso Atrás...Liberació n o Muerte!
elndecolombia@ yahoo.frwww.eln-voces. com
www.patrialibre. org

miércoles, 22 de julio de 2009

EL CUENTO VIEJO DE LAS NUEVAS BASES MILITARES

Un atentado a la soberanía y la estabilidad regionales
El cuento viejo de las nuevas bases militares estadounidenses en Colombia
Juan Alberto Sánchez Marín
Alai-amlatina

Las nuevas instalaciones, según lo reveló la revista colombiana Cambio, son las cinco principales bases de la Fuerza Aérea y la Armada en el país: Apiay, Malambo, Palanquero, Cartagena y Bahía de Málaga. Las bases harían parte de la nueva “arquitectura del teatro”, como ha llamado el Comando Sur a la extensa red de facilidades y funciones militares en América Latina y el Caribe.
Dice la Wikipedia, enciclopedia libre de la red, que le dio en la cabeza a un Artrópodo como Microsoft y le sacó de circulación su Encarta, que “una base militar es una instalación que es propiedad directa y operada por y/o para el ejército o una de sus ramas. En su mayoría acogen material y personal militar, así como instalaciones para entrenamiento y operaciones”.
Dice el gobierno colombiano, que ni es libre ni mucho menos tiene apuntes enciclopédicos, sobre las bases militares gringas, que de labios para afuera se instalarán pronto en el país y que corazón adentro ya están operando hace años y a sus anchas, dice que estas serán más bien centros de intercambio, formación, cooperación, en fin, cosas amables y beneficiosas que lo extraño es que no hayan sido reconocidas antes y que un gobierno abiertamente sagaz haya tardado dos mandatos para acogerlas en su seno.
Pero la realidad, ay, es otra y bien distinta. Si a la enciclopedia no se le puede creer todo, ni siquiera mucho, a la verborrea subrepticia y culebrera del gobierno hay que creerle menos, o, mejor aún, nada. Por supuesto, la Wikipedia está en lo cierto. Y, también por supuesto, el gobierno no está errado ni es engañado: sólo nos mete los dedos a la boca.
Palabras, palabras
William Brownfield, el embajador de los Estados Unidos, un tejano de pura cepa, que exuda por cada poro la misma patética moral de su anterior jefe, George, a la que se afilia a pasos agigantados el actual, Barak, porque nunca ha tenido otra, dijo hace pocos meses que "Colombia y Estados Unidos estamos colaborando en los esfuerzos contra la droga ilícita, en los esfuerzos contra la delincuencia internacional”. Y, claro, “parte de esa colaboración, sin duda ninguna, requiere acceso a instalaciones entre los dos países y requiere un ajuste".
Ya quisiera yo ver, en medio de tanta reciprocidad, a algún militar colombiano en territorio estadounidense, abriendo la boca para algo más que bostezar. Así fuera en cualquier cenáculo de cortapalos y así fuera para pedir que lo manden de sapo al frente afgano o al iraquí, o a los altos del Golám, “a morir por mis amigos”.
Ahora Brownfield, el pequeño guerrero, egresado del National War College (NWC), una especie de lobanillo en la National Defense University, quien de paso también fue asesor político, entre 1989 y 1990, del Comandante en Jefe del U.S. Southern Command, Comando Sur, en Panamá, insiste en que las bases en Colombia no serán bases, y en todo caso y si por algún azar lo fueran tampoco serán como la Eloy Alfaro de Manta. Así que parece que el desmantelamiento de la base aérea ecuatoriana en los mismos días en los que se anuncia que lo que sea que se monte “para entrenamiento y operaciones” en el país, es mera coincidencia.
Y sostiene el embajador, con un acento de western y un tartamudeo calculados, que lo hacen parecer cándido cuando en verdad es insolente a más no poder, que se trata de una colaboración en la que a los Estados Unidos no sólo van a servirles las bases aéreas, sino también las navales. Que todas les son necesarias a su país para tanquear aviones y barcos, helicópteros y lanchas, en fin.
La misma pavada que ya canturreaba hace meses nuestro actual ministro de Defensa encargado, Freddy Padilla, cuando afirmaba que “una de las funciones que podría asumir Colombia, tras la salida de Estados Unidos de Manta, podría consistir en prestar instalaciones militares para que los aviones americanos se puedan reabastecer y recibir mantenimiento técnico, para evitar que tengan que viajar hasta su país y recibir la misma ayuda que se le puede brindar en Colombia”.
La única diferencia es que nuestro general hablaba de los hechos como dudosos, posibles, quizás deseables, es decir, con los verbos en un modo subjuntivo y en un tiempo digamos que imperfecto, en tanto que el embajador, dando la cara con la impunidad que le otorga ser quien es, en emisión de noticias de televisión del 18 de julio de 2009, lo refería como un hecho no sólo cotidiano, ya en ejercicio, sino como una práctica vieja, sin importancia de lo acostumbrada, o sea, soltando revelaciones en un pretérito perfecto simple del indicativo.
Un tris de memoria
Es una vieja historia la de las bases militares. Los romanos dejaban legiones enteras en las distintas rutas de sus avanzadas coloniales. Esas bases eran la manera obvia de garantizar la sujeción de los territorios conquistados y ocupados. Muy al oriente, unos siglos atrás, Gengis Khan había hecho lo mismo, para hacer posible la cohesión de las miles de tribus que conformaban la colcha de retazos de su imperio. Y España, en su momento, cuando la conquista, atiborró de bases la geografía del Nuevo Mundo. Los hijos de Cristóbal Colón, Diego y Fernando, fueron expertos en el tema. Asesores perfectos aún sin Pentágono. Y España las mantuvo y reforzó durante la colonia, no solo para cuidar las entrañas, sino para defenderse de las bases móviles inglesas y francesas, pioneros como se sabe en las ardides usurpadoras de nuestros tiempos.
Las bases militares son algo consustancial a los afanes imperiales. Ellas permiten mantener bajo control a los pueblos sometidos, sofocar voces y fuegos contrariados, mantener a buen recaudo las riquezas conquistadas, y actuar pronto y a discreción contra cualquier ruido en el sistema.
Estados Unidos, el imperio que en desventura nos tocó, ha echado mano de la estratagema desde que es imperio. No le han bastado las incesantes invasiones. En realidad, esas son sólo la fase inicial del cuento. La invasión, el acuerdo, la concesión, por la guerra o por la paz, por presiones, chantaje o voluntad interesada y entreguista de las élites ungidas con el poder local, abren la puerta. Las bases garantizan al gringo adentro.
El Canal de Panamá, desde su inauguración, hasta la entrada en vigencia de los tratados Torrijos – Carter, fue una base militar con canal. Después de eso, no se sabe a ciencia cierta lo que es, pero sí claramente que Panamá érase que se es un pequeño país a un canal pegado. Y la plataforma ahí, más trancada, menos visible, por la que vuelan y revuelan los mismos de antes, aunque ahora el cuartel central del Comando atienda en Miami.
Los Estados Unidos convalidaron internacionalmente el régimen franquista, que tantos devaneos tuvo con la Alemania nazi y la Italia fascista, a punta de bases militares, por la gracia de un tratado oscuro y oculto que todavía no se devela por entero y que facultaba a los Estados Unidos para operarlas con total impunidad. Una aquiescencia costosa, que el país ibérico, ya sin Paco y más de cincuenta años después, sigue pagando por cuotas y a punta de bases estadounidenses autónomas, en un país al que tanto le seducen las autonomías.
Pero no se trata sólo de España. Toda Europa fue minada de bases militares por los Estados Unidos y la OTAN, desde la guerra fría, con el pretexto de hacerle frente a una supuesta e inminente agresión de la Unión Soviética, la cual, claro está, nunca llegó, pero que dejó un cinturón de bases de norte a sur y de este a oeste, la mayor parte de las cuales continúa operativa.
Ratones cuidando el queso
América Latina, desde el punto de vista geopolítico, significa para los Estados Unidos exactamente el papel que sus gobiernos le han endilgado con desprecio, desde Harry Truman para acá: el de patio trasero, en el que están los recursos, las reservas, la despensa.
Las bases estadounidense, también por esas casualidades que ya notamos, rodean la Amazonía, pacen junto al Acuífero Guaraní, florecen en las rutas comerciales más importantes, engordan en los lugares estratégicos y acechan como águilas a los gobiernos que no son amigos, que les producen malestar o que causan inestabilidad para sus propósitos, que son todos los de la región, con excepción de Felipe Calderón, en México, Alan García, en Perú, y, quién lo duda, Álvaro Uribe, en Colombia, y no más de 2 o 3 lacayos vergonzantes, en un mapa que suma 36 países.
Algunas de estas bases no tienen límites al número del personal de los Estados Unidos en ellas; le ofrecen acceso a puertos, espacio aéreo e instalaciones de los gobiernos no especificadas consideradas pertinentes; siempre buscan enraizarse, apropiarse, perpetuarse y expandirse en los lugares en los que se instalan; no son transparentes ni están sujetas a fiscalización, y muchas no son cobijadas por las leyes del país en el que están, ni siquiera por las de los propios Estados Unidos o por las leyes internacionales. Todas son un atentado flagrante a la soberanía del país anfitrión, burlando constituciones y llevando a cabo toda clase de funciones soterradas, a parte de las netamente militares, en los terrenos ideológicos, políticos y económicos.
Las gracias de una desgracia
En Colombia, las bases militares estadounidenses siempre han cumplido una función clara, que muy poco tiene que ver con la tergiversación oficial de su cometido, relacionada con pretextos que desmontan las propias cifras de una ojeada.
El combate al narcotráfico es una falacia de la que da cuenta cada informe de Naciones Unidas. El antiguo Plan Colombia, luego Plan Patriota, ahora modelo de la Iniciativa Mérida que se implementa en México, es digno de capítulo aparte. Los mentados logros al respecto devienen de unas magnitudes que se volvieron directamente proporcionales: a mayor inversión, aumento de las fumigaciones con glifosato e incremento de la guerra, el desplazamiento y la persecución, pues más tierras cultivadas con coca y amapola, más “mulas” portando droga en los vientres y más narices enyesadas en las calles de los propios Estados Unidos y Europa.
La militarización constituye el armazón primario sobre el que se monta el proceso de colonización de los Estados Unidos en la región, que se complementa con el andamiaje el económico.
Las bases de Tres Esquinas y Larandia, en el departamento de Caquetá, y de Villavicencio, en el departamento del Meta, que operan con la presencia de aviones y la inteligencia técnica del Pentágono, llevan tiempo apoyando el combate a los grupos subversivos, vigilando las fronteras y soltando en las calles gringos mestizados de afán, consumidores de whiskey, coca y putas silvestres.
Las nuevas instalaciones, según lo reveló la revista colombiana Cambio, son las cinco principales bases de la Fuerza Aérea y la Armada en el país: Apiay, Malambo, Palanquero, Cartagena y Bahía de Málaga. Estas bases harían parte, abiertamente, de la nueva “arquitectura del teatro”, como llama el Comando Sur a la extensa red de facilidades y funciones militares en América Latina y el Caribe, y, de seguro, estos engendros se parecerán más al ambiguo nombre inventado hace unos años por el mismo Comando, las llamadas “localidades de seguridad cooperativa”, CSL (por sus siglas en inglés). Un mecanismo más acorde con los tiempos y los designios actuales, más ágiles, expansivos y peligrosos, de fiera espantada a punta de palos y de los procesos liberadores del vecindario.
Colombia, pues, es el lugar perfecto, geopolíticamente estratégico, con dos mares, cinco fronteras y un presidente vil y servil, un simple mozalbete de espuelas, que los propios gringos ni siquiera tienen que arriar, sino atajarlo. Como cuando pidió a los Estados Unidos, durante la reunión de Davos de enero de 2003, la invasión de la zona del Amazonas, para rematar la lucha contra la guerrilla, y que llegó a impulsar la idea de una "fuerza de paz americana", para que interviniera militarmente en Colombia. Un aliado al que se tiene por el mango.
Un gobierno que se salta las talanqueras legales internas, a espaldas de una Comisión Asesora ornamental, un Congreso propicio, aunque con voces lúcidas e incómodas, unos medios de comunicación que hacen de parlantes de sus frases y comunicados, aunque también con algunas voces claras y chocantes, y un país entero, según sus propias encuestas, inconsecuente y obsecuente.
Un presidente, eso sí, definido y decisivo, que reclamará como un acto más de soberanía la presencia en el país de los estadounidense, sus radares, sus buques, sus aviones y portaviones, por cuanto nos facilitará pelarle los dientes al vecino que sea. Y que reivindicará el acto a través de algún raciocinio para enmarcar: “En las bases de los Estados Unidos instaladas en nuestro territorio, obligamos a los estadounidenses a hacer lo que les venga en gana, dentro o todo el país alrededor de ellas, y nos damos el lujo de ignorar lo que hacen, y, de saberlo, nos permitimos la gracia de que no nos importe.” Queridos compatriotas, ¿qué más queréis?

DISCULPEN LA MOLESTIA....

Disculpen la molestia: armados contra los pobres
Eduardo Galeano
Cubadebate

Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?
¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?
Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.
Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina 3 millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren 15 niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?
¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?
¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.
Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

domingo, 5 de julio de 2009

NINGUN IMPERIALISMO SOBRE AMERICA LATINA / declaracion Brigadas Liberacion Popular


Sábado 4 de julio, 2009.

A nuestros hermanos de clase
A nuestros vecinos y vecinas
A nuestros militantes y ayudistas
A nuestros compañeros y compañeras de lucha
A todos aquellos que luchan en América Latina y el mundo:


Hoy, cuando los imperialistas celebran sus cuentas en un aniversario más de la construcción yanqui, los pobres subversivos de Latinoamérica no damos tregua a la explotación de los nuestros. Van muchos años en que hemos sido testigos de la manera en que se ha implantando el terror de estado por medio de invasiones militares y la conducción oculta de medios de control en América Latina, años en que se han establecido grandes monopolios económicos como Mc Donalds y Coca-Cola, en que los imperialismos han sido parte determinante en la intervención en gobiernos locales, como en las diversas crisis, golpes de estado y dictaduras que han desgarrado al continente.


Los diversos mecanismos e instituciones imperialistas por medio de los cuales se conducen las estrategias de intervención han perdido poderío en la región, como la OEA que se ve amenazada por la constitución de la OELA que excluye a EEUU y que por el contrario incluye a Cuba como uno de los países integrantes, esta amenaza obliga al gobierno de Obama a tomar posiciones menos aniquilantes que las de su predecesor, para reestablecerle a su imperialismo el reconocimiento y consideración mundial. Asimismo la potestad económica ejercida a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, es juzgada una mayor pérdida económica real que los beneficios calculables, trayendo endeudamientos enormes y manipulaciones a través de programas económicos específicos.


Entre estas disputas inter-burguesas, tanto en términos políticos como económicos, los pobres sabemos que el saqueo a los recursos de nuestros pueblos son evidentes, y por ello desconocemos y rechazamos todo pago de deuda externa, instando a la construcción de alianzas entre los revolucionarios que nos permitan avanzar hacia el socialismo y el comunismo, sin pretensiones de otro tipo que no sea mejorar la calidad de vida de los trabajadores y del pueblo.


Para nosotros, quienes formamos parte de las filas de las Brigadas de Liberación Popular y del pueblo pobre que lucha, cada vez que vemos pisar nuestros suelos y recursos por los yanquis, ingleses o asiáticos que pretenden dominarnos, damos curso a la constante defensiva y contraofensiva ante el poder dominante; en las huelgas de trabajadores, en las movilizaciones masivas contra las leyes del estado o en la protesta contra las grandes multinacionales que vienen a explotar nuestros recursos.


Hoy no tenemos miedo de dar la lucha en las barricadas, entregando en la batalla diaria contra la represión y la persecución política de las cuales son víctimas los organizados del mundo, nuestras vidas e ideales, con las convicciones claras que nos llevan a prepararnos para la ofensiva final y empuñar las armas con el corazón lleno de amor a los nuestros, a los hijos de la miseria, nuestros hermanos de clase a quienes defendemos a puño alzado.


Este es el rol trascendental que juegan los hombres y mujeres que han tomado la decisiva opción por la lucha, por el camino revolucionario de transformación social, en que alcancemos finalmente una sociedad con mas justicia social y sin la explotación de una clase por sobre la otra. Nuestro mayor anhelo es construir una sociedad sin ricos ni pobres, una sociedad que permita el desarrollo comunitario, sustentable, con justicia, para todos y todas.


La lucha que seamos capaces de librar, nos conformará en un todo como pueblo, ante un enemigo común, el capitalismo y el gobierno burgués defensor de los intereses de los ricos y todos aquellos burócratas y reformistas dispuestos a vender nuestro pueblo por migajas para sus coaliciones políticas. Estos payasos electoreros pretenderán llenar sus urnas este año, pero nosotros los pobres sabemos y tenemos claro que ellos, los que tienen el poder, no nos representan, sino que se jactan de engañar con sus discursos baratos de “cambio” y “juventud” ensalzándose de las necesidades de los más vulnerados por este sistema. Para ellos la pobreza no es más que otro negocio sucio, donde apuestan sus fichas como en un tablero de ajedrez.


En este enorme juego de ajedrez, que es un juego de poder, los pobres construimos nuestra propia alternativa de cambio radical, en la Lucha Popular y Subversiva, que no es más que el descontento social generalizado de cesantía e injusticias contenidas en una única lucha que levantemos como pueblo y que logre derrocar de su poderío a los burgueses, ricos capitalistas y explotadores.


Echemos fuera de América Latina a los usureros imperialistas de Japón, de EEUU, de Europa, porque nuestra gente, el pueblo latinoamericano ya no da más tregua, porque sabemos que como en Honduras, las fuerzas imperialistas y pro-imperialistas instaladas en América Latina volverán a dar golpes cuando vean amenazados sus intereses capitalistas, presentándose entonces los gobiernos oportunistas de turno como los grandes aliados de la justicia (como es el caso de chile), muy por el contrario de lo que nos dice la realidad.


El Pueblo en conjunto con las organizaciones revolucionarias debemos construir el poder de los pobres y sus defender sus derechos a garra, puño y armas, como ha sido antes y como será en el futuro. Porque desde cada trinchera de combate del pueblo, nacen los Brigadistas para la Liberación Popular!!!


NINGÚN IMPERIALISMO SOBRE AMÉRICA LATINA!!!


ORGANIZACIÓN CONSCIENTE Y LUCHA RADICAL!!!
BRIGADAS LIBERACION POPULAR
B.L.P.

sábado, 4 de julio de 2009

ELN


El ELN, en estos 45 años de lucha, reivindica el derecho a la resistencia, no solo por la justeza de ella, sino porque es garantía del victoria en un país, en donde el pueblo enfrenta a unEstado terrorista, que elimina a quienes divergen de las políticas oficiales. Somos fruto de unarealidad histórica y la asumimos con dignidad, a costa de nuestra propia vida.


Convocamos a todos los hombres y mujeres de Colombia y el mundo a persistir en la lucha por la democracia plena, la libertad y la vida digna. En ese camino podemos encontrarnos, en esa senda contarán siempre con el Ejército de Liberación Nacional.


Colombia para los trabajadores!!!

Ni Un Paso Atrás, Liberación o Muerte


Ejército de Liberación Nacional - ELN